Visita a Córdoba de, Écsi Gyöngyi, pastora de la iglesia reformada

/ Mózesné Püski Zsuzsanna /
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Si alguien conoció a Gyöngyi en una oportunidad, seguramente está esperando poder volver a encontrarse con ella. Así le sucede a los húngaros en Argentina que la invitan año a año, a esta pastora de la región de felvidék a servir, a contar cuentos, ser titiretera, y a cantarles canciones populares. Los cordobeses tuvieran el gusto de conocerla en el campamento scout de jubileo organizado este verano en Potrero de Garay. Esta experiencia también dejo huellas en los presentes, tanto es así que cuando se enteraron que Gyöngyi se encontraba en Buenos Aires, comenzaron a planear su invitación a Córdoba, segunda ciudad más importante de la Argentina.

Écsi Gyöngyi llego el 10 de noviembre a Córdoba, después de haber viajado toda la noche en micro, y pasar el día conociendo la ciudad, sus museos, su historia; y por la tarde  seguía con energía para encontrarse con los jóvenes en el club húngaro y enseñarles canciones y hasta diferentes pasos de baile también.

  

Al día siguiente nos reunimos  a las 11 hs para poder disfrutar cada minuto de su estadía en nuestra ciudad. Antes del almuerzo nos contó sobre su vida, su historia, y como fue y es su vida como húngara en la región de felvidék.

Luego del almuerzo, compartimos un culto en el  cual comenzamos  aprendiendo distintos salmos y alabanzas. La palabra de Dios en el cual se basó su sermón, provino del libro de Génesis. La historia de la creación de Adán y  de Eva y su caída en el pecado. La pastora señalo que nosotros también tratamos de escondernos de  la presencia de Dios, tal como lo hizo la primera pareja al cometer el primer  pecado. La pastora nos aconsejó que abramos nuestros corazones delante del Señor pues no hay secretos que puedan existir delante de Él, ya que Él es el  Dios de amor  y que quiere nuestro bien.

Finalizamos el culto con una oración mediante  el cual cada uno pudo expresar a viva voz su plegaria. Esto evidentemente nos conmovió a todos y cada uno de los presentes.

Como es de costumbre en la Iglesia Reformada Húngara,  cantamos el Himno Nacional de Hungría ya que sus estrofas son una oración por la Patria. La pastora regalo a cada  uno de los presentes un señalador con algún versículo bíblico.