Écsi Gyöngyi llego el 10 de noviembre a Córdoba, después de haber viajado toda la noche en micro, y pasar el día conociendo la ciudad, sus museos, su historia; y por la tarde seguía con energía para encontrarse con los jóvenes en el club húngaro y enseñarles canciones y hasta diferentes pasos de baile también.
Al día siguiente nos reunimos a las 11 hs para poder disfrutar cada minuto de su estadía en nuestra ciudad. Antes del almuerzo nos contó sobre su vida, su historia, y como fue y es su vida como húngara en la región de felvidék.
Luego del almuerzo, compartimos un culto en el cual comenzamos aprendiendo distintos salmos y alabanzas. La palabra de Dios en el cual se basó su sermón, provino del libro de Génesis. La historia de la creación de Adán y de Eva y su caída en el pecado. La pastora señalo que nosotros también tratamos de escondernos de la presencia de Dios, tal como lo hizo la primera pareja al cometer el primer pecado. La pastora nos aconsejó que abramos nuestros corazones delante del Señor pues no hay secretos que puedan existir delante de Él, ya que Él es el Dios de amor y que quiere nuestro bien.
Finalizamos el culto con una oración mediante el cual cada uno pudo expresar a viva voz su plegaria. Esto evidentemente nos conmovió a todos y cada uno de los presentes.
Como es de costumbre en la Iglesia Reformada Húngara, cantamos el Himno Nacional de Hungría ya que sus estrofas son una oración por la Patria. La pastora regalo a cada uno de los presentes un señalador con algún versículo bíblico.